Despido objetivo: lo que parece legal, pero muchas veces no lo es

por | Jul 16, 2025

El despido objetivo es, sobre el papel, una forma «legal y razonable» de romper la relación laboral. Es el que la ley permite cuando hay causas económicas, técnicas, organizativas o de producción que justifican que la empresa tenga que prescindir de un trabajador. Pero en la práctica, muchas veces es un traje a medida para despedir a quien se desea prescindir de sus servicios. Y si no se hace como corresponde, no es un despido objetivo, ni mucho menos justo.

El despido objetivo, explicado sin tecnicismos

El empresario puede alegar que no puede mantener tu puesto porque la empresa está perdiendo dinero, porque han cambiado las condiciones del mercado o porque hay un exceso de personal en tu departamento. Hasta ahí, todo parece razonable. Pero la ley no le da un cheque en blanco para echarte cuando le apetezca. Si lo hace bajo esta modalidad, tiene que cumplir con tres condiciones clave:

  • Explicarte el motivo por escrito, con detalles reales y concretos, no vaguedades tipo «reestructuración interna» o «ajuste de plantilla».
  • Darte un preaviso de despido objetivo por 15 días, salvo que te lo abonen directamente en el finiquito.
  • Pagarte la indemnización (20 días por año trabajado) en el mismo momento en el que te entregan la carta. No una semana después. No cuando les venga bien. Ese mismo día.

Y si alguna de estas tres condiciones no se cumple, el despido se considera improcedente y la empresa te debe una indemnización completa.

Ejemplos reales de despido objetivo

Entre los casos de derecho laboral que manejamos, nos llegó unos que trataban lo siguiente: trabajadora de 57 años, con 19 años en la empresa, despedida por «bajada de ventas». No se le entregó ni un papel que demostrara esas pérdidas. Solo la carta. Resultado: despido improcedente.

Otro: empleado de logística, con 14 años en plantilla. Le dicen que su puesto se ha automatizado. ¿Sabes cuál fue su sorpresa? Que dos semanas después vio una oferta publicada para su mismo puesto en la web de la empresa. Resultado: despido improcedente, indemnización de 24.000 euros.

Y uno más: una administrativa embarazada es despedida por «necesidades de reorganización interna». En el mismo departamento, nadie más fue afectado. Presentamos demanda por discriminación. Resultado: despido nulo. La reincorporaron con todos los salarios desde la fecha del despido.

El empresario debe justificarlo TODO

Uno de los grandes errores de muchos trabajadores es pensar que tienen que ser ellos los que demuestren que el despido no es justo. Error. En un despido objetivo, es la empresa quien tiene que justificarlo todo. No basta con que digan «no podemos seguir contando contigo». Tienen que acreditar con pruebas que la causa que alegan es real, actual, objetiva y suficiente.

Entre las causas de despido objetivo que pueden objetar es que, dicen que hay pérdidas, tienen que aportar balances, cuentas anuales, informes contables, etc. Si dicen que hay una reestructuración, tienen que demostrar que han afectado a más puestos, y no solo al tuyo.

Y no, que el jefe este año no se pueda ir de vacaciones no cuenta como causa económica. Que no haya tanto margen de beneficio como el año anterior no es una pérdida. Que quieran a alguien a quien pagar menos, no es una razón objetiva. Eso es recorte, no justificación legal.

MAXIMIZAMOS - causas despido objetivo

¿A quién despiden cuando «ajustan plantilla»?

Curiosamente, cuando las empresas hacen despidos objetivos, no caen los peores trabajadores, ni los que rinden menos, ni los que faltan. No. Caen:

  • Los que llevan más años y cobran más.
  • Los que han pedido reducción de jornada o excedencias.
  • Los que están de baja médica.
  • Los que han reclamado sus derechos alguna vez.
  • Las embarazadas.

Porque el despido objetivo se ha convertido en una herramienta cómoda para maquillar despidos ilegales. No quieres a alguien en la empresa, pero no tienes causa para echarlo. Le haces una carta «objetiva», sin pagarle lo que toca, sin pruebas, y esperas a que no reclame.

Y lo peor es que, muchas veces funciona. Porque la mayoría de los trabajadores no impugnan. Porque dudan, porque no saben, porque tienen miedo.

Pero los empresarios prefieren despedirte como disciplinario

El despido objetivo tiene un pequeño problema para el empresario: hay que pagar desde el principio. Por eso muchos prefieren tirar de despido disciplinario. Te echan, no te pagan nada, y si tú no haces nada, ellos se ahorran miles de euros. Aunque sea ilegal. Porque están apostando a que no vas a mover ficha. Y muchas veces ganan.

Nosotros lo tenemos claro: si te han despedido con una carta «objetiva» y no te han pagado ese mismo día, si no te han enseñado documentos, si ves que han contratado a otro en tu puesto, si eres el único despedido o si hueles que hay algo personal…

No te quedes en silencio. Reclama y cobra lo justo

En MAXIMIZAMOS te lo decimos claro: no hace falta saber derecho para saber que algo huele raro. Si algo no cuadra, mándanos la carta y nosotros te decimos si hay caso o no. Si lo hay, vamos a por todas.

Trabajamos y revisamos todos los casos de indemnizaciones por despido que nos llegan. Si no consultas o si no buscas ayuda, nadie sabrá nunca que lo consultaste. Pero si sí… ten por seguro que te ayudaremos a resolver esa situación y que lo «objetivo» lo pague quien ha mentido.

Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.

Ver: políticas de privacidad | aviso legal | política de cookies