El finiquito: lo que te pertenece y lo que tu jefe no quiere que sepas

por | Jun 13, 2025

Te dicen que se ha terminado. Que tu contrato acaba hoy, que firmes esto y que ya te lo ingresarán. O que es el finiquito, y que todo está correcto. Y tú, con cara de póker y alma de becario, lo firmas. Porque nadie te explica lo que te están quitando. Porque en el fondo, saben que la mayoría de los trabajadores no tienen ni idea de qué debe incluir un finiquito o qué se paga.

Pues aquí estamos para contártelo todo. Sin rodeos y sin tecnicismos. Porque si has trabajado, te corresponde. Y si te lo niegan, están robando tu tiempo convertido en dinero.

¿Cómo se calcula el finiquito?Empecemos por los días trabajados

Para sacar el finiquito se tiene que incluir los días que has trabajado ese mes y no te han pagado. Da igual que te despidan el día 3 o el 27. Cada día cuenta y deben pagártelo. Si tu contrato era mensual, se calcula el prorrateo del sueldo diario. Si era diario, aún más claro.

No falta el clásico empresario de bar que te dice: «cómo te vas hoy y ya te ingresé el sueldo el 1, pues ya está todo». Mentira. Si te vas un 15, tienen que pagarte medio mes extra, aunque ya te hayan pagado el mes anterior. Porque el sueldo no es un regalo. Es una obligación legal que está contemplado en el Estatuto de los Trabajadores en su artículo 49.

Vacaciones no disfrutadas

Este es otro clásico. Las vacaciones que no has disfrutado tienen que pagártelas. Y no a precio de saldo. Tienen que abonarte lo que te corresponda por los días acumulados.

Por ley, cada mes de trabajo genera 2,5 días naturales de vacaciones. O sea, si has trabajado 6 meses, te corresponden 15 días. Si solo has cogido 5, te deben los 10 restantes en el finiquito.

Y no solo eso: las vacaciones pagadas en el finiquito deben cotizarse aparte. Es decir, tienen que darte un documento donde conste que esos días los pagas como si estuvieras de alta, porque eso afecta a tu cotización de cara al paro y a la Seguridad Social.

Y ahora, el gran olvidado: los días de descanso

Aquí viene la trampa más cutre (pero más frecuente) de todas. Pongamos un ejemplo que, trabajas de lunes a viernes. Y te despiden un viernes por la tarde. En apariencia todo cuadra. Has trabajado de lunes a viernes, y ya está.

Pero no. No está. Porque si has trabajado de lunes a viernes, has generado el derecho a descansar el fin de semana. Eso significa que el finiquito debe incluir el sábado y el domingo como días remunerados. Aunque no vayas a trabajar, ya has generado el derecho a descanso. No es optativo. No es un extra. Es tuyo.

Y sin embargo, en el 99 % de finiquitos que revisamos, esos dos días no aparecen. Y el trabajador, sin saberlo, está regalando dos jornadas a la empresa. Dos días de sueldo. Multiplica eso por miles de despidos, y entenderás por qué los jefes hacen como si no existiera.

MAXIMIZAMOS - pago de horas extras - finiquito

Pagas extra: otra joyita

Si en tu contrato las pagas extra no están prorrateadas, el finiquito debe incluir la parte proporcional de esas pagas.

Imagínate que te vas en abril. Todavía no ha llegado la paga de junio. Pero ya has trabajado enero, febrero, marzo y abril. Pues te corresponde la parte proporcional de la paga extra de verano. Si la empresa no te lo incluye en el finiquito, te están estafando. Así de claro.

Y aunque estén prorrateadas, más de una empresa se «olvida» de incluir los días proporcionales en el cálculo final. No es torpeza. Es estrategia. Saben que si no preguntas, cuela.

Horas extra

Ah, las horas extras… esas que hiciste porque «había mucho curro» o porque «hay que echar una mano». Si no te las pagaron durante el mes, deben abonártelas en el finiquito. No desaparecen porque te vayas, caducan y no se evaporan.

Si están registradas, deben pagártelas. Si no están registradas, pero puedes probarlas (mensajes, testigos, turnos apuntados, etc.), puedes reclamarlas. Y si no te las pagan, estás en tu derecho de impugnar el finiquito o denunciar.

El finiquito es obligatorio. Siempre

Y este punto no admite debate. El finiquito es un derecho. No es un «detalle» ni una cortesía. Es la suma de todas las cantidades que ya has devengado hasta el momento de tu salida. Y nadie puede quitártelo. Da igual que te vayas cabreado, que hayas discutido, que te acusen de algo. El finiquito se paga.

Lo que no puedes hacer es firmarlo con renuncia de derechos (aunque lo intenten colar con frases tipo «y con esto me doy por saldado»). Puedes firmar «no conforme». Pedir que te lo revisen y hasta puedes negarte a firmar hasta que alguien lo revise. Porque una firma mal puesta puede significar que renuncias a reclamar. Y eso sí que duele.

En resumen: revisa tu finiquito, exige y si hace falta, pelea

El finiquito es el cierre de tu relación laboral. Pero no puede ser el comienzo de un abuso. Has trabajado, has generado derechos, y tienen que pagártelos. No se trata de regalar nada. Se trata de que no te roben lo que es tuyo.

Y si ves que algo falla, si no cuadra, si hay trampas… ya sabes. Con papeles, cuentas claras. Y con la ley, mejor acompañado que engañado.

Porque en MAXIMIZAMOS, lo que has sudado no lo firma nadie con descuento.

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