Cuando se habla de vacaciones laborales, muchos trabajadores piensan que es algo que la empresa les «concede», como si fuera un favor. Pero no. Las vacaciones no son un regalo ni un premio. Son un derecho. Un derecho recogido en el Estatuto de los Trabajadores y en los convenios colectivos.
Y lo primero que hay que tener claro es que, las vacaciones anuales no son negociables en cuanto a su existencia: te corresponden por ley 30 días naturales al año, o el equivalente proporcional si trabajas menos tiempo. No es algo que decida tu jefe en función de su humor o de cuánto se haya llenado la agenda.
¿Cómo son las vacaciones laborales en España?
Las fechas concretas deben fijarse siempre de mutuo acuerdo. Y aquí es donde muchas empresas españolas hacen trampa. «Este año no se puede coger en agosto», te dicen. O directamente te las imponen: «te coges las vacaciones del 1 al 15 de julio, y punto». Pues no. Así no funciona. La empresa no puede decidir unilateralmente tus vacaciones, ni fijarlas por costumbre, ni ponerlas cuando a ellos les viene bien sin hablar contigo. Si eso ocurre, están vulnerando la ley (Estatuto de los trabajadores, articulo 38).
La jurisprudencia es clara: el disfrute de las vacaciones debe pactarse. Si no hay acuerdo, es un juez quien decide. Y no vale que la empresa alegue «necesidades del servicio» para imponerlas sin más. Tampoco sirve que digan que «siempre se ha hecho así». Incluso, aunque en años anteriores hayas cogido vacaciones en determinadas fechas, no significa que renuncies a tu derecho a acordarlas cada año. Porque las vacaciones no caducan por sumisión.
También pasa lo contrario: trabajadores que quieren cogerlas y el jefe no se las aprueba nunca. Pasa mucho en pequeños comercios, bares o clínicas. Te marean, te dicen que esperes, que ya te dirán, y cuando te das cuenta, se ha acabado el año y no has descansado ni un día. Eso es ilegal. Si llega el final del periodo y no las has disfrutado porque la empresa te lo ha impedido, puedes exigir que te las compensen económicamente. Incluso se puede denunciar como infracción grave.

Días de vacaciones por ley
Hay también una trampa frecuente con las bajas médicas. Si estás de baja por enfermedad o por maternidad durante el periodo en el que tenías previstas las vacaciones, no las pierdes. Se trasladan para más adelante. El día que te incorporas, tienes derecho a recuperar esos días. Pero muchas empresas se hacen las locas. «Ya se pasaron», te dicen. Pues no. No se pasó nada. Si estabas de baja, las vacaciones se reprograman.
Y luego está el gran engaño de los contratos temporales y las jornadas parciales. En muchos sitios te dicen que, como solo trabajaste tres meses, no tienes derecho a vacaciones. Mentira. Has generado vacaciones igualmente: a razón de 2,5 días por mes trabajado. Y si no las has disfrutado, deben pagártelas en el finiquito. Pero claro, si no lo sabes, no lo reclamas. Y si no lo reclamas, se lo quedan ellos.
Es más: si trabajas a jornada parcial, tus vacaciones no son menos días. Son los mismos días que si trabajaras a jornada completa. Lo que puede cambiar es la retribución, pero no el número de días. Por ejemplo, si haces media jornada durante seis meses, te corresponden los mismos 15 días naturales que a un trabajador a jornada completa en ese mismo tiempo. Otra cosa es, que te paguen proporcional al sueldo que venías cobrando, que eso sí es correcto. Pero ojo, el día de vacaciones es el mismo para todos: no se parte por la mitad.
Importancia de las vacaciones laborales
Las vacaciones no se pueden sustituir por dinero salvo en el finiquito, si no las has disfrutado. Si tu jefe te dice que te paga las vacaciones y que «así no coges días libres», está haciendo algo ilegal. Las vacaciones son para descansar. Para desconectar. No para aumentar el sueldo a costa de tu salud. Y si lo hace, no solo incumple la ley: está provocando un riesgo para ti y para los demás.
Por eso, si algo no cuadra, si ves que tus vacaciones siempre dependen de lo que diga el jefe, o si cada año tienes que mendigar por unos días de descanso, para. Pregunta. Reclama. Porque las vacaciones no son negociables. Son obligatorias. Y no te las dan: te las has ganado trabajando. Que no se te olvide. Ni a ti, ni a quien firma la nómina.
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